A finales del año pasado quise prender mi x box, y lo hizo, ja... pero solo eso, esa
mierda "inventada" por Bill Gates prendía pero no funcionaba más, intentaba leer y leer los juegos y solo aparecía en la pantalla: introduzca un disco dvd válido o el disco puede estar dañado; total, arrojé el x box al piso, su carcasa espantosa aguantó, y mi enojó me llevó a meter al cubo de basura a esa mierda de x box. Lo peor es que tenía muchos juegos y nadie me los quería comprar, entonces me decidí a llevarlos a la sucursal del monte de piedad que está en la calle de Justo Sierra, muy cerca del zócalo, y fui la "sensación", jaaa, unos llevaban sus guitarras, otros libros de cocina carísimos, lentes, herramienta, y yo con mis 15 juegos de x box. El valuador se vio muy amigable, ja, me los cotizó a 30 cada uno, aunque me regresó lo fifa 2002, 2003 y 2004, pero me dio 200 pesos más por la boleta, yo me sentí realmente feliz, me deshice de los juegos de x box, obtuve dinero, y justo en esa calle de Justo Sierra había infinidad de puestos de anime. Adquirí muchas series, algunos hentai medio absurdos y además me quedó algo de dinero para retomar mi camino, si, unas cervezas. He decidido nunca más llegar a mi casa ebrio, ni quedarme en las escaleras de mi edificio, mejor vagaré por las calles o como antes, me refugiaré en algún hotel de putas. En este mismo momento me bebo la tercera caguama, saldré un rato... quizás no regrese esta noche, aún me queda dinero de aquellos espantosos juegos de x box. Una cerveza y mi emulador de atari me son suficientes, no necesito más que eso y unos discos tristes de trip hop, al final mi vida es un gran emulador de viejos momentos.

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